jueves, 2 de junio de 2011

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Nose que me pasa, bueno no exactamente. El otro día un amigo me preguntó que que tal estaba,  y no  supe que contestar le dije que sinceramente no  sabía como  me encontraba; entonces me presunto  que que me pasaba y  le conteste esto:
<< Estoy  muy  cansada de todo, sinceramente no encuentro sentido  a nada, tengo que aparentar que estoy  bien cuando  me hundo poco a poco desconociendo  las causas. Me agobia la tristeza y  las ganas de llorar me ganan la partida. Me siento tan pequeña en este gran mundo, me siento desprotegida y  débil, una intensa sensación de soledad se apodera de mí y  noto como si algo que desconozco directamente me estuviese preocupando... es como  si la vida me fuese cerrando  las puertas y  me diese la espalda.
Es difícil ver como  cada paso  que doy y cada cosa que hago, no  lleva a ningún sitio, no da resultado, no  da frutos...como si cada vez que algo va medianamente bien y  voy  avanzando por el camino, aparece algo, alguien o  pasa algo  que me hace parar en seco, retroceder o  caer. Siento como si el  tiempo  se me fuese de las manos y  me atrapa la impotencia de no  poder hacer nada por miedo, desconfianza, inseguridad, falta de valor o porque no sé que hacer.
Tengo  ganas de gritar, huir y  llorar. Gritar como si me dejara la vida en ello, huir hacia algún lugar en el que sintiera  la paz y pudiera sentir que todo me va a ir bien, correr hacia alguien que me abrace y  me deje llorar en su hombro o  en su pecho como si fuese una niña pequeña que ha perdido a su muñeca favorita de la que nunca se separaba y  a la cual confiaba sus secretos y  sentía que nunca la abandonaría.
Hay  momentos que cuando  estoy  a sola pienso en quitarme del  medio, como  dice la canción de Shé y  Gema de “A Solas”, pero hay algo  que me ata la vida, algo que me obliga a ser fuerte y  que me hace tenerme en pie.

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